La salud NO es lo más importante
Seguramente se te ha quedado la misma cara que a un niño cuando descubre que los Reyes Magos son los padres.
Pues entonces no me quiero ni imaginar cuando leas el artículo que he preparado sobre LA DROGA DE MODA.
- Increíblemente adictiva y silenciosa.
- 7 de cada 10 personas con sobredosis.
- Si rellenas el formulario, llegará a tu correo, posiblemente a la carpeta de no deseados o spam.
Voy a repetirlo de nuevo para que veas que no me he equivocado:
¡Debes enterarte que la salud NO es lo más importante!
Y si quieres que te lo explique, lo entenderás.
Es más, me darás la razón.
La salud no se cuida sola.
Ni la tuya, ni la de tus empleados.
Pero si sabes por dónde empezar, todo cambia.
Hay dos tipos de personas:
- Las que esperan a que algo duela para hacer algo.
- Las que se adelantan y se cuidan antes de que sea tarde.
Si estás en el segundo grupo, te interesa lo que hago.
Bueno, si estás en el primero y estás hasta las narices de pastillas y dolores también te interesa.
Me dedico a ayudarte —a ti o a tu empresa— a tener un plan claro para cuidar y mejorar la salud.
Esto va de salud real.
La que se nota.
La que se agradece.
La que no complica la vida.
PARA PARTICULARES:
¿Quieres sentirte mejor?
¿Dormir mejor?
¿O tener más energía?
Pero claro, estás harto de escuchar mil consejos que se contradicen.
Yo te lo simplifico todo.
Haremos una hoja de ruta a tu medida.
Y la llevamos a cabo sin obsesiones, sin extremos, sin humo.PARA EMPRESAS:
Tus empleados están agotados.
Lo ves.
Lo sabes.
Lo vives.
Y cuando la salud del equipo cae, el negocio lo paga.
Te diseño un plan de salud corporativa para que el bienestar deje de ser un “extra” y pase a ser un motor de productividad, motivación y retención.

¿Dirías que estás sano?
Soy Aitor Pastor Sánchez
Y te puedo ayudar —como ya lo he hecho con cientos de personas— a mejorar tu salud.
Desde 2006 llevo metido en esto. Más de 1.500 pacientes han pasado por mis manos. A muchos los he ayudado. A otros, no. Y cuando no puedo, lo digo claro y los derivo. Porque de eso va esto: de honestidad y resultados.
Mi camino empezó con mi propio dolor.
Lesiones desde muy joven. Diagnósticos contradictorios. Profesionales que no se ponían de acuerdo.
Pruebas médicas caras que no aclaraban nada. Tratamientos que no funcionaban. Medicación excesiva.
Y una pregunta que nunca encontraba respuesta:
¿Por qué duele?
Ahí empezó mi obsesión.
Buscar el origen del dolor.
No taparlo.
No gestionarlo.
Sino encontrarlo y eliminarlo.
Esa búsqueda me ha llevado a desarrollar un método de trabajo que se basa en una idea muy simple (y poco valorada):
escuchar lo que siente el paciente.
Y desde ahí, diseñar propuestas personalizadas: hábitos, tratamientos y pautas adaptadas a tu realidad, a tu cuerpo y a tu vida.
Hay quien viene solo para poder trabajar sin molestias.
Hay quien me dice que le he cambiado la vida.
Y todos tienen algo en común: el dolor ya no manda en su día a día.
Hoy sigo formándome. Sigo escuchando. Sigo afinando mi capacidad para entender el dolor y asesorar desde el criterio, no desde la moda.
No soy un gurú. No tengo fórmulas mágicas.
Lo que tengo es compromiso absoluto con ayudarte a eliminar tu dolor de forma real, personalizada y sostenible.
La salud no espera. Y tampoco debería hacerlo tu decisión.
Hablemos. Te escucho.
Aquí te dejo además un regalo.